Hacia una ciudad inteligente para todas las personas
No tiene sentido hablar de ciudades inteligentes si estas ciudades no están diseñadas para todas las personas. Para ello, es un requisito indispensable que la ciudad sea un lugar seguro.
Los «Seis principios de ordenación urbana segura« nos dan la clave para conseguirlo:
- Saber dónde se está y a dónde se va | señalización: clara, precisa, colocada estratégicamente; uniforme y visible sin afectar al paisaje, pero tampoco camuflada por éste.
- Ver y ser visto | visibilidad: iluminación suficiente, estratégica, visibilidad de la persona a pie; evitar que haya lugares muy escondidos y tener un campo de visión amplio.
- Oír y ser oído/a | afluencia: facilitar la mezcla de usos para asegurar la concurrencia de las personas – la afluencia de gente reduce el riesgo de agresión -, procurando que los usos cubran el mayor espectro posible de franja horaria.
- Poder escaparse y obtener socorro | vigilancia formal y acceso a ayuda.
- Vivir en un entorno acogedor y limpio | ordenación y mantenimiento de los lugares: el mantenimiento previene el vandalismo porque demuestra que la gente se ocupa y se interesa por el lugar.
- Actuar todas las personas juntas | promover la participación de la comunidad.